guerrerocAnte esta situación de confinamiento, no hay nada mejor que entretener a la mente con algo que nos haga reflexionar y tomar conciencia de uno mismo/a y la sociedad. Es por ello que iré recomendando películas que nos ayuden a tal reflexión.

Hoy me quiero detener en la de «EL GUERRERO PACÍFICO», película que utilicé de inspiración en uno de los capítulos de mi libro «CREA LA VIDA QUE DESEAS«, cuyo extracto veréis a continuación.

«He querido hacer un alto en el camino para hablarte de una gran película “El Guerrero Pacífico” (Peaceful Warrior), basada en el libro de Dan Millman (ex atleta, maestro de artes marciales, entrenador y catedrático universitario) “El camino del guerrero pacífico” donde explica su propia historia de cambio y superación. Película germano-estadounidense, dirigida por Victor Salva en 2006 y protagonizada por Scott Mechlowicz y Nick Nolte.

¿Por qué recomendártela? Porque entraña una visión ideal del momento en que ahora te encuentras, el de darle sentido a tu vida. En ella encontramos multitud de lecciones a aplicar en nuestro día a día y en su visionado podrás practicar la identificación de “El Viaje del Héroe” fácilmente. Así que, ¿por qué dejar pasar la oportunidad de reforzar la metáfora a la vez que nutrimos de sabiduría nuestro propio espíritu?

Dan (Scott Mechlowicz), a la edad de dieciocho años, ganó el Campeonato Mundial de Trampolín en Londres, consiguiendo así formar parte del equipo olímpico estadounidense. Su trayectoria deportiva era inmejorable pero de repente su vida dio un giro, un accidente de moto le fracturó su pierna derecha por cuarenta sitios distintos, esfumándose así su sueño olímpico y su futuro como deportista de élite. El equipo médico le diagnosticó unas secuelas motrices de por vida y su entrenador asignó su puesto a otro deportista.

Pese al terrible diagnóstico Dan confió en sí mismo y consiguió recuperarse de tan severa lesión en tan solo un año. Según relata, el accidente le hizo replantearse por completo el Propósito de su vida. Hasta ese momento su espíritu competitivo le había convertido en su juez más severo y tirano, en cambio, el accidente le ayudó a aprender a aceptarse, a disfrutar de la vida con lo que ésta le ofrecía, a pararse a observar con atención y conciencia plena su presente, todos aspectos que nada tenían que ver con sus capacidades atléticas, aquellas que él creía que le definían.

En este proceso de crecimiento personal tuvo mucho que ver la presencia de Sócrates (Nick Nolte), un hombre de edad que tiene un taller-gasolinera, cuyas enseñanzas le hacen ver a Dan, lo que el filósofo clásico griego, del mismo nombre, resumía en la siguiente frase: “las verdaderas batallas se libran en el interior”. Sócrates le enseña a saborear todos los aspectos de su vida por la vía de estar presente, comenzando por pequeñas acciones cotidianas como puede ser el comer (sabores, texturas, sensaciones…), y siguiendo por acciones algo más complejas como detener su mente ansiosa para describir lo que sucede a su alrededor. A este tipo de prácticas, hoy día, las llamamos Mindfulness. Así, como quien no quiere la cosa, le va dejando perlas de sabiduría que finalmente Dan sabrá interiorizar. ¿Descubrimos algunas de ellas?

“Saca la basura de tu mente. Basura es todo aquel pensamiento que te distraiga de lo que realmente importa: estar presente plenamente en este momento, aquí, ahora”.

Vivamos tan acelerados que se nos olvida que la vida pasa y no la saboreamos. Constantemente nos preocupamos por un futuro incierto sobre el que, además, no tenemos control. Cuando no, nos amargamos por un pasado que ya no podemos cambiar. Olvidándonos del hoy que es lo que realmente existe. Como vimos, pensamos, sentimos y actuamos en un eterno hoy, si te paras a reflexionar no existe ningún otro tiempo vital. Vives en un constante presente.

“La felicidad es una cualidad evasiva. Si la buscas, no la encuentras”.

Lo vimos en el capítulo 6 cuando hablábamos de la importancia de tener un Propósito, ¿recuerdas? La felicidad no se busca, se siente a medida que vamos disfrutando lo que hacemos. Está dentro de nosotros y no depende de factores externos. Por tanto, dice Sócrates, el punto de partida es contestar a la pregunta “¿Eres feliz?”

“El viaje aporta la felicidad, no el destino”.

Lo importante es cada etapa del viaje, no es el destino final, porque si te enfocas en la Meta como único menester dejas de prestar atención a lo que sucede en cada parada del camino y por tanto coartas sentir la felicidad que proporciona el ser consciente de cada paso que das.

“La muerte no es triste, lo triste es que la gente no sepa vivir”.

Tendemos a revelarnos contra la muerte y se nos olvida de preguntarnos cómo estamos siendo, es decir, cómo estamos viviendo, y eso es lo único que realmente podemos cambiar ya que morir vamos a morir todos queramos o no.

“Sé más de lo que piensas y piensa más de lo que sabes. El conocimiento no equivale a sabiduría, la sabiduría consiste en hacerlo. No hay que empezar ni parar, solo hacerlo”. 

Para Sócrates no existen principios (pasado) ni finales (futuro), sólo presente (acción).

“Las personas no son lo que piensan que son, sólo creen serlo”.

Tendemos a identificarnos con nuestras experiencias pasadas: “Soy padre/madre de…”, “Soy auditor de cuentas”, “Soy el/la profe de…”; o con las que están por venir: “Seré…”, “Voy a ser…”. Pero nada de esto nos define, todo esto es lo que llamamos “ego”. El ego siempre se mueve por necesidades (necesidad de reconocimiento, aprobación, afectiva, etc.) pero no indica quienes somos.

La mejor manera de entender la limitaciones del Ego es explicarlo en contraposición al concepto de Autoestima. La Autoestima parte de la valoración que hacemos de nosotros mismos, cómo nos queremos y aceptamos. Parte de la idea de que para querer a otra persona debo empezar por mí. Por tanto, promueve las relaciones personales basadas en el respeto propio y ajeno. En cambio, cuando hablamos de egocentrismo la persona quiere que todo gire en relación a ella y no tiene en cuenta la opinión, necesidades, características o capacidades de los demás. El ego es manipulador, busca el reconocimiento, debe ser el centro de atención, tiende a proyectar su imagen en todo el mundo, basa el concepto de sí mismo en lo que tiene, enjuicia a los demás tomándose como referencia, tiende a justificar los errores como algo ajeno, constantemente se pone a prueba, no entiende de amor, su intención es la de sacar algo a cambio, le gusta agradar, le gusta ejercer la orden de mando, supone, no escucha, abunda en prejuicios, las emociones desagradables las tiene a flor de piel y vive en las nubes. Con un panorama así está claro que la persona dominaba por el Ego vive más pendiente de lo externo que de ella misma, ¿verdad? Por tanto no se define en el “Soy”, sino que lo hace en el “Tengo”. Desde el presente no tienes nada que perder, porque nada tienes, sólo desde el Ego sentirás miedo a perder esa falsa identidad.

“A quien cuesta más querer es a quien necesita más amor”.

Querer a quien nos quiere es fácil, pero querer a quien nos agrede o nos odia ya no lo resulta tanto. El camino por el que se accede a este querer más dificultoso es el de la compasión y para ser compasivos con los demás primero lo tenemos que ser con nosotros mismos.

“Ser guerrero no es ser perfecto o salir victorioso o ser invulnerable. El guerrero es totalmente frágil, es su único coraje”.

Y es que, como decía en el punto anterior, uno debe reconocer que no somos de piedra, que también nos rompemos, que también sufrimos, que nos duelen las cosas como a cualquier otro, y en esa grandeza de reconocimiento propio es donde realmente surge el guerrero, aquél que se enfrenta a sus peores miedos y los enfrenta con el objetivo de encontrar su propia paz interior.

“Un guerrero no se rinde ante lo que le apasiona, encuentra el amor en lo que hace”.

Simplemente haz y disfruta de hacerlo, no te conformes sólo con el conocimiento, alcanza tu estado de flow. No pases tanto tiempo planificando e invierte más en hacer.

“La vida es elegir, puedes elegir ser una víctima o cualquier otra cosa que te propongas”.

Como vimos en la analogía que hacia Kofman con el cuento sufí del tigre y la oveja, siempre tienes el poder de decidir la actitud con la que te enfrentas a la vida.

En Resumen:

“Todo en la vida tiene un Propósito, incluso esto, y depende de ti descubrirlo. Saca todo lo que necesites de tu cabeza y lo que pueda distraerte; te sorprenderá todo lo que puedes hacer. Me considero a mí mismo un guerrero pacífico, porque las verdaderas batallas se libran en el interior. Este momento es el único que importa”.

 

“- Dan, ¿dónde estás? /- Aquí / – ¿Qué hora es? / – Ahora / – ¿Qué eres? /- Este momento.

“Cuando por fin logres vivir el presente, te sorprenderá todo lo que puedes hacer y lo bien que lo haces”.»

Animaros a dejar vuestros comentarios y reflexiones. Estaré encantada de leerlas.

Un abrazo enorme.